Cirugía Esófago-Gástrica
CIRUGÍA DE LOS TRASTORNOS MOTORES DEL ESÓFAGO.
ACHALASIA: enfermedad en la que se produce un aumento de la contracción del músculo que separa el esófago del estómago, ocasionando dificultad para la deglución (disfagia).
En general, el tratamiento inicial consiste en la dilatación mediante endoscopia, con una alta tasa de éxitos (80%) pero una probabilidad alta de recidiva (30%), que requiere de nuevas dilataciones o intervención quirúrgica.
Cuando ésta es precisa, consiste en la sección del músculo patológico en una longitud adecuada y la asociación de una válvula, realizada con estómago, que impida la subida de ácido al esófago. Habitualmente este proceso se realiza por vía laparoscópica, con las consiguientes ventajas para el paciente.
Posibles complicaciones: poco frecuentes. Puede existir recidiva del proceso o presencia de reflujo ácido. La complicación más grave consiste en la perforación del esófago. La realización de una endoscopia en quirófano consigue un diagnóstico precoz de la misma, así como controla que la longitud del músculo seccionado sea adecuada.
DIVERTÍCULO DE ZENKER: consiste en la protrusión de una “ bolsa” dependiente del esófago a nivel del cuello. Se produce por un aumento en la contracción del músculo que separa la faringe y el esófago. El paciente presenta dificultad para la deglución (disfagia) y mal aliento, por acúmulo de alimentos en el divertículo.
El tratamiento es quirúrgico y consiste en la sección del músculo patológico y la extirpación del divertículo a través de una incisión en el cuello.
Posibles complicaciones: poco frecuentes. Recidiva del proceso, alteraciones de la voz y fístula esofágica por no cicatrización de la línea de sección del divertículo.
CIRUGÍA DEL REFLUJO GASTROESOFÁGICO Y LA HERNIA DE HIATO.
El reflujo es el aumento del paso del contenido del estómago o del duodeno al esófago por disminución de la contracción del músculo que los separa.
Habitualmente se relaciona con la presencia de una hernia de hiato por deslizamiento, en la que la zona de unión esofago-gástrica se encuentra ascendida. Los síntomas suelen ser ardores, regurgitaciones, tos,…
Una consecuencia grave del reflujo de larga evolución es el esófago de Barret, en el que se producen cambios celulares por la exposición prolongada al ácido, considerándose una lesión premaligna.
El otro tipo de hernia de hiato es la paraesofágica, en la que la unión esofago-gástrica se encuentra en su sitio y lo que asciende es una porción del estómago. El síntoma principal es la dificultad para tragar (disfagia)
El tratamiento de las hernias de hiato por deslizamiento se basa en el tratamiento del reflujo, siendo la primera opción el tratamiento médico, mediante modificación de la dieta, inhibidores de la secreción ácida y estimulantes del vaciamiento del esófago.
Cuando estas medidas fracasan, se necesitan por un largo período de tiempo ( pacientes jóvenes ), se presentan complicaciones (respiratorias, hemorragia, …) o se desarrolla un esófago de Barret es necesario el tratamiento quirúrgico. Las hernias de hiato paraesofágicas sintomáticas son siempre de indicación quirúrgica.
Técnica
Se basa, mediante laparoscopia, en la colocación del estómago en su posición normal, el cierre del orificio por donde se hernia el estómago (cierre de pilares) y la realización de una válvula con el estómago para impedir el reflujo (funduplicatura).
Posibles complicaciones: puede ser frecuente inicialmente la presencia de cierto grado de disfagia que va disminuyendo con el tiempo. También puede ocurrir recidiva del reflujo o lesiones de órganos vecinos.
CIRUGÍA DEL CÁNCER DE ESÓFAGO
Dependiendo del estadío del tumor al diagnóstico puede ser necesaria la administración de Quimioterapia y/o Radioterapia antes de la intervención quirúrgica.
Existen diferentes técnicas dependiendo de la localización y el estadío del tumor y de la situación basal del paciente.
En general se realizará una extirpación parcial o total del esófago con unos márgenes de seguridad adecuados, una limpieza ganglionar y una reconstrucción de la continuidad digestiva con estómago o una porción del intestino. La vía de abordaje puede ser cervical, torácica o abdominal, y con frecuencia se combinan varias vías.
Una vez realizado el estudio de la pieza extirpada, suele ser necesaria también la QT y/o RT postoperatoria.
En general, los tumores que afectan a la porción cervical del esófago se tratan sólo con QT/RT.
Suele ser una cirugía con un alto grado de complejidad, por lo que las complicaciones pueden ser frecuentes y potencialmente graves (fístula de anastomosis, complicaciones respiratorias, vasculares, …)
CIRUGÍA DEL CÁNCER DE ESTÓMAGO
Dependiendo del estadío del tumor al diagnóstico puede ser necesaria la administración de Quimioterapia y/o Radioterapia antes de la intervención quirúrgica.
Existen diferentes técnicas dependiendo de la localización y el estadío del tumor y de la situación basal del paciente.
En general se realizará una extirpación parcial o total del estómago con unos márgenes de seguridad adecuados, una limpieza ganglionar y una reconstrucción de la continuidad digestiva con una porción del intestino. En ocasiones puede ser necesario extender la resección a otros órganos, como bazo, colon, esófago,…
Una vez realizado el estudio de la pieza extirpada, suele ser necesaria también la QT y/o RT postoperatoria.
Suele ser una cirugía con un grado medio de complejidad, por lo que las complicaciones pueden ser frecuentes y potencialmente graves (fístula de anastomosis, complicaciones respiratorias, vasculares, …)
DUDAS SOBRE ESTA CIRUGÍA
En los últimos años se han publicado diversos estudios sobre los efectos de la toma crónica de omeprazol y otros fármacos similares. Además de poder provocar déficits de vitaminas, como la B12, y otras sustancias como calcio o magnesio, se ha relacionado con un aumento de la incidencia de cáncer gástrico, incluso en pacientes a los que ya se le ha erradicado el helicobacter pylori.
Por lo que se aconseja que su uso no sea a largo plazo, se suspenda durante un tiempo, se utilice la menor dosis posible y se valore la utilización de otros fármacos como la ranitidina, aunque sea menos potente y eficaz. En caso de que estas medidas no sean posibles por la persistencia de los síntomas hay que valorar la intervención quirúrgica.
En general el tiempo de ingreso suele ser de 24-48 h tras la intervención. Recomiendo en las primeras 2 semanas tras la cirugía la ingesta de una dieta de fácil masticación, para evitar la aparición de disfagia (“nudos”).